Un ciudadano salteño, víctima de un grave accidente de tránsito, se encuentra actualmente en coma en el CTI del Hospital de Salto. Su estado es crítico. Sin embargo, en lugar de concentrarse en su recuperación, las autoridades sanitarias parecen más preocupadas por cuestiones administrativas.
El paciente, que trabaja en Salto desde hace tiempo, nunca realizó el cambio de mutualista tras dejar su empleo anterior en Montevideo. Por esa razón, su afiliación quedó registrada en una mutualista capitalina. Ahora, el Hospital de Salto advierte que no se hará cargo de los gastos que está generando su atención, y se prepara para trasladarlo a Montevideo, a pesar de su delicado estado.
La familia, que vive en Salto y tiene todos sus vínculos aquí, está desesperada. Han intentado afiliarlo al hospital local a través de FONASA, pero no han tenido éxito. Desde el BPS les informan que el trámite es posible, pero jerarcas del hospital aseguran lo contrario. Mientras tanto, el tiempo corre y la salud del paciente está en juego.
¿Es justo que un salteño en estado crítico sea movido a más de 500 kilómetros por un error administrativo? ¿Dónde queda el derecho a la salud? ¿Quién responde por el sufrimiento de una familia que solo quiere estar cerca de su ser querido?
Apelamos a las autoridades de la salud departamental y nacional: ¡prioricen la vida antes que los papeles! Este no es solo un caso médico, es una cuestión humana. No se puede permitir que la burocracia decida el destino de un paciente en coma.