Fuente: Montevideo Portal (28/09/2025)
La madrugada del domingo 28 de septiembre dejó a Uruguay en alerta: un atentado contra la fiscal de Corte Mónica Ferrero sacudió a toda la sociedad. Según informó Montevideo Portal, dos delincuentes ingresaron a su casa cerca de las 5:00 horas, dispararon varias veces, rompieron objetos y huyeron en una camioneta. Ferrero estaba dentro de la vivienda y, afortunadamente, salió ilesa. Sin embargo, el hecho no puede ser minimizado: se trata de un ataque directo a la Justicia y al Estado de derecho.
Los agresores realizaron un pozo en el patio de la vivienda, lo que llevó a las autoridades a investigar la posible existencia de explosivos. La Policía ya clasifica el caso como atentado, y los responsables continúan prófugos. Este acto de violencia no es un incidente aislado: Ferrero ya había recibido amenazas de grupos vinculados al narcotráfico, incluido el uruguayo prófugo de la Justicia de varios países, Sebastián Marset. El ataque es una clara señal de que ciertos sectores buscan intimidar y amedrentar al Ministerio Público para interferir en su labor.
La fiscal había advertido sobre estos riesgos semanas atrás, en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes. Allí habló del presupuesto y la necesidad de fortalecer la independencia de los fiscales, además de destacar la importancia de la Escuela de Fiscales para “vencer el miedo de enfrentar ciertas causas que pueden amedrentar a los fiscales”. Su mensaje era claro: la Justicia no solo debe actuar con firmeza, sino también proyectar autoridad y dignidad.
Ferrero recordó además experiencias previas en su lucha contra el narcotráfico, en las que enfrentó amenazas directas: ataques simulados, intimidaciones públicas y violencia física. A pesar de ello, mantuvo su compromiso con la ley y la protección de la sociedad. Hoy, esa valentía es puesta a prueba nuevamente, en un episodio que expone la gravedad institucional incalculable de la situación.